Ante medidas así, me quito el sombrero

Estamos sumergidos en una crisis económica en la que mensualmente, doscientas mil personas se quedan sin trabajo, sin ingresos, sin tener qué llevarse a la boca y pueden caer en la marginación social.

Muchas veces no somos conscientes del nivel que alcanza esta crisis y sus repercusiones, pero hay gente que lo está pagando muy caro, que se ha quedado sin vivienda o que está hipotecado y no tiene con qué pagar... pero no hablamos sólo de unos individuos aislados, es un problema que cada vez afecta a más gente, y por ende, a sus familias.

Es entonces, cuando de forma revolucionaria surgen algunas ideas (que ya podían ser más) por parte de algunos ayuntamientos pioneros y socialmente comprometidos, como es el caso de Móstoles, que consciente con esta realidad económica y social, ha abierto un comedor social para la gente desempleada y para sus familias.

Hablando de comedor social, seguramente nos imaginemos inmigrantes, indigentes... pero esto no sólo es así, cada vez hay más gente que no tiene con qué pagar la comida, y de esta forma, se aseguran una comida diaria, y los fines de semana, se reparten también, bocadillos de nocilla para los niños.

Lo sorprendente, es que cada vez más gente del municipio se involucra con la causa y se acercan por el comedor a acercar comida o útiles necesarios, para llevar a cabo esta tarea de la que están formando parte todos.

La gente que come allí, no son marginados sociales y lo que es más importante, no se sienten marginados porque alguien está haciendo algo por ellos.

De todo corazón, "chapeux" por el Alcalde y su equipo de gobierno, espero que esta noticia sirva para que mucha gente tome ejemplo.

Agustín Rodríguez de Rivera