Hace dos semanas asistimos a uno de los episodios policiales mas lamentables que recuerdo, en la actuación de los Mossos d´Esquadra contra los manifestantes universitarios en cataluña contra el plan Bolonia.
Los estudiantes se concentraron para protestar contra la implantación de este plan de estudios universitarios, y se encontraron en frente a unos Mossos totalmente desproporcionados en su actuación, más exaltados que los propios manifestantes.
Las imágenes que alli se produjeron me recordaron a momentos del siglo XX que ni siquiera he vivido pero que me repugnan igualmente. ¿Acaso no recordaba esa brutalidad policial a las manifestaciones contra la guerra del Vietnam? ¿A la represión que se vivió en las manifestaciones de Mayo del 68? ¿A la represión franquista en las manifestaciones de sus ultimos momentos de vida?
Esta imagen muestra la desproporción de la actuación policial. Utiliza su porra como si fuera un jugador de beisbol americano, ¿que clase de amenaza representa una pancarta?
¿Cuantos policias armados hacen falta para detener a una manifestante pacífica? Y si cuentas con 5 policias ¿No se puede detener de otra manera que no sea arrastrando por el suelo al detenido?
Y esta es la gota que colma el vaso. El hombre de la foto es un periodista que fue brutalmente agredido mientras hacia su trabajo. Y la imagen es de una manifestación posterior de periodistas protestado contra la actuación policial que sufrieron estos profesionales de la información.
Para mi hay algo sagrado que aqui se ha violado, y es el derecho y el deber de los periodistas de hacer su trabajo. Para mi este derecho/deber sustenta uno de los cimientos de nuestra democracia y de nuestro Estado de Derecho. Y la brutalidad contra ellos es algo que no se puede tolerar, ¿a donde nos va a llevar esto? Son los sistemas dictatoriales los que necesitan reprimir y controlar la prensa, por lo que no podemos tolerar ningun episodio de este tipo, ya que gracias a la prensa podemos controlar a los que estan ahi arriba gobernandonos.
Como hilo de esperanza podemos señalar que la desproporcionada actuación policial ya ha tenido consecuencias políticas, y el jefe de los Mossos Rafael Olmos, ha sido destituido por el consejero de Interior de Cataluña, Joan Saura.
¿Y saben que? Que esta gran noticia no se la debemos al consejero, ni al presidente ni a ningun cargo político de ningun orden, se lo debemos a todos los profesionales de la información que se jugaron el tipo y sus carisimos equipos, ante ese grupo de animales descontrolados para poder contarnos lo que alli sucedió. Y gracias a su trabajo la opión pública ha hecho su función y se han tomado las medidas necesarias, que hacen que todavia sienta esperanza por nuestro sistema político, aun después del episodio que les acabo de narrar.
Darío López Viñuela
